La contribución de la ciencia a la Iniciativa
La iniciativa Internacional «4 por 1000» cuenta con varios socios y se articula en torno a dos componentes principales:
- Un programa de acciones de múltiples partes interesadas, tanto estatales como no estatales, para una mejor gestión del carbono del suelo con el fin de luchar contra la inseguridad alimentaria y, por tanto, contra la pobreza, contribuyendo al mismo tiempo a la adaptación y mitigación del cambio climático
- Y un programa de investigación y cooperación científica internacional que aborda cuatro cuestiones científicas complementarias
- el estudio de los mecanismos y la estimación del potencial de almacenamiento de carbono en los suelos según las regiones y los sistemas agroclimáticos
- la evaluación del rendimiento de las prácticas agrícolas adecuadas y sus consecuencias en el secuestro y en otros servicios de producción y regulación
- el apoyo a las innovaciones y su estímulo mediante políticas adecuadas
- el seguimiento, la notificación y la verificación (MRV), en particular para los agricultores y los inversores.
Los investigadores, especialmente a nivel internacional, pueden desarrollar los cuatro componentes descritos anteriormente de forma coordinada:
- conocimiento de las reservas de carbono del suelo y su potencial de almacenamiento
- impacto de las prácticas agrícolas y forestales en el almacenamiento de carbono en el suelo
- métodos de seguimiento de la captación de carbono en los suelos
- difusión de buenas prácticas.
Los investigadores también se comprometen a :
- Apoyar una Iniciativa Internacional sobre el Suelo con un triple objetivo "win-win-win"
- Proponer modos de producción que realcen el potencial de las plantas como mecanismo de captación y almacenamiento del carbono atmosférico
- Combatir la degradación del suelo y, al mismo tiempo, tener un impacto positivo en la seguridad alimentaria
- Reconocer que los suelos son vitales para la vida sobre la Tierra y que los suelos vivos preservan la biodiversidad
- Inspirarse y aprender prácticas culturales tradicionales, otorgándoles a los árboles un lugar privilegiado dentro de la producción agrícola, tal como en los sistemas agroforestales
- Asumir el reto científico de un mejor conocimiento del almacenamiento del carbono en los suelos, almacenamiento con múltiples efectos benéficos, con el fin de manejar mejor los factores favorables a este almacenamiento y el equilibrio entre los nutrientes
- Utilizar los conocimientos científicos para desarrollar nuevos sistemas de producción que aprovechen la naturaleza y las prácticas tradicionales para aumentar el almacenamiento de carbono en el suelo
- Asumir el desafío de elaborar métodos y medidas de evaluación de las cantidades de carbono almacenadas en los suelos, a menor costo
- Movilizar a las partes interesadas para que actúen con el fin de preservar los suelos para la seguridad alimentaria y el clima
- Optar por transmitir y promover conocimientos y prácticas a favor de la agroecología.
Testimonios de investigadores
Jean-François SOUSSANA (FRANCIA)
Vicepresidente encargado de la política internacional del INRAE, miembro del Comité Científico y Técnico de la Iniciativa internacional «4 por 1000», coordinador del Proyecto CIRCASA.
Claire CHENU (FRANCIA)
Profesora de ciencias del suelo en AgroParisTech (biología, agronomía, ciencias de la alimentación y del medio ambiente), investigadora del INRAE, miembro del Comité Científico y Técnico de la Iniciativa internacional «4 por 1000», coordinadora de EJP Soil.
Cornelia RUMPEL (ALEMANIA)
Investigadora del Centre National de Recherche Scientifique (CNRS) – Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de París, Presidenta del Comité Científico y Técnico de la Iniciativa internacional «4 por 1000».
Rattan LAL (EEUU)
Profesor emérito de la Ciencia del Suelo, director del Centro de Gestión y Almacenamiento de Carbono de la Universidad Estatal de Ohio (EE. UU.), presidente de la Unión Internacional de la Ciencia del Suelo (2017-2018), coparticipante del Premio Nobel de la Paz del IPCC en 2007, galardonado por la Fundación del Premio de Japón en 2019 y galardonado con el Premio Mundial de la Alimentación en 2020.